ESTUDIOS DE NO INFERIORIDAD Y NUEVAS
RECOMENDACIONES EN LAS GPC DE FALLA CARDIACA
El objetivo de un
ensayo clínico con asignación aleatoria (ECA) es demostrar que un tratamiento
nuevo es superior al estándar o convencional, usualmente un control inactivo como
placebo, al controlar las variables confusoras conocidas y desconocidas; sin
embargo, a medida que la evidencia científica ha demostrado la efectividad de
algunas alternativas terapéuticas, los estudios nuevos deben realizarse con la
comparación con tratamiento activo, haciendo mas difícil la demostración de
diferencias entre ambos comparadores. En términos estadísticos nos basamos en
una hipótesis nula que expresa que no hay diferencias en la proporción de
desenlaces (estándar s y experimental
e) entre los dos tratamientos (πs
= πe) y una hipótesis alternativa que expresa diferencias entre
ellos (πs ≠ πe).
En este contexto se sugiere utilizar análisis por intención a tratar, el
cual significa que se analiza como fue aleatorizado, es decir, el grupo de
pacientes asignado a un tratamiento específico se analiza en ese grupo a pesar
de no cumplir con el protocolo, lo que asegura mantener el equilibrio logrado
en la aleatorización, resultados menos sesgados y tener en cuenta que la no
adherencia o el cruce de tratamientos no es un evento aleatorio, sino inducida
por la estrategia.
En el área
cardiovascular es cada vez más frecuente encontrar estudios con intervenciones
en diseños conocidos como de no inferioridad, en los cuales se desea demostrar
que un tratamiento nuevo no es inferior al estándar y además adiciona alguna
ventaja, tal como mayor seguridad, facilidad de administración o mejor
tolerancia, entre otros. En términos estadísticos hay que tener en cuenta una
nueva medida que se conoce como limite de no inferioridad y no es más que el
grado de efectividad (% preservación del efecto) que retiene el nuevo
medicamento con respecto al estándar; así se plantea una hipótesis nula que
expresa que la proporción de desenlaces (estándar s y experimental e) entre
los dos tratamientos supera un delta (δ) o margen de no inferioridad
pre-establecido (πs ≥ πe + δ) y una hipótesis alternativa
que expresa que esa diferencia entre ellos no supera el delta (πs
< πe + δ). Cobra gran importancia la determinación del margen de
no inferioridad, la cual generalmente esta basada en el efecto demostrado del
tratamiento estándar versus placebo, en ECA o meta- análisis previos. A
diferencia de los estudios de superioridad en estos se sugiere utilizar
análisis por protocolo.
La forma de
establecer el margen esta dado según la FDA por el margen (M1) así:
Para calcular
diferencia de riesgo:
(1-%preservación
efecto) x –M1
para calcular con
medidas de asociación como RR u OR:
eln
(1/M1) x (1-% preservación efecto)
o (1/M1)(1-%preservación de efecto)
Recientemente se
publicó el estudio EMPAREG OUTCOME y el estudio LEADER en pacientes con
diabetes mellitus tipo 2. El EMPAREG OUTCOME comparó en pacientes diabéticos
tipo 2 con enfermedad cardiovascular establecida el desenlace compuesto de
muerte de causa CV, infarto de miocardio o enfermedad cerebrovascular, empaglifozina
en dosis de 10 mg o 25 mg con placebo una vez al día con un diseño de no
inferioridad, tomando como margen de no inferioridad un HR de 1.3, con análisis
inicial de no inferioridad para el desenlace primario, luego para el secundario
y posteriormente análisis de superioridad. Incluyó 7020 pacientes encontrando
disminución del 14% (IC 95% 0.74-0.99) del riesgo del desenlace primario
compuesto, de muerte de alguna causa del 32%, de muerte de causa cardiovascular
del 38% y de hospitalización por falla cardiaca del 35% (IC 95%
0.50-0.85). A la semana 206 la
diferencia en los niveles de hemoglobina glicosilada fue de -0.24, -0.36 de las
dos dosis versus placebo. El único evento adverso que se presentó con mayor
frecuencia fue la infección genital.
En la revisión
del estudio hay consideraciones importantes que debemos tener en cuenta;
primero un diseño de no inferioridad comparado con placebo, lo cual no luce
adecuado teniendo en cuenta que hay tratamiento estándar disponible, aunque la
explicación podría radicar en la evaluación de desenlaces considerados de
seguridad, dada la historia del efecto de otros antidiabéticos en eventos
cardiovasculares; adicionalmente, se realizó análisis de superioridad
posterior. Segundo el margen de no
inferioridad escogido fue de 1.3, como lo sugiere la FDA, pero no basado en la
evidencia previa disponible. Tercero ni en el periodo de run in ni en las primeras 12 semanas se permitieron ajustes en la
medicación antidiabética a menos que la glicemia en ayunas fuese > 240 mg/dL,
a pesar que la hemoglobina glicosilada promedio basal en el grupo placebo fue
de 8.08 ± 0.84. Por último, no se sabe porque es efectivo el medicamento puesto
que su efecto antidiabético fue bastante modesto.
El segundo
estudio LEADER incluyó pacientes diabéticos con hemoglobina glicosilada >
7%, mayores de 50 años con al menos un factor de riesgo cardiovascular, entre
ellos falla cardiaca NYHA II o III, comparó liraglutide 1.8 mg SC versus placebo
una vez al día con diseño de no inferioridad, tomando como margen un HR de 1.3
y posterior análisis de superioridad, en un desenlace compuesto similar. Incluyo 9340 pacientes encontrando reducción
del 13% del riesgo del desenlace primario compuesto (IC 95% 0.78-0.97), muerte
cardiovascular del 22%, muerte de cualquier causa del 25% y del 13% en
hospitalización por falla cardiaca (IC 95% 0.73-1.05). La diferencia en la
hemoglobina glicosilada a los 36 meses
fue de -0.40. Los eventos adversos
gastrointestinales fueron mayores en el grupo de intervención. Las consideraciones del estudio son similares
al previamente comentado, con la diferencia que se permitió cambios en la
medicación antidiabética luego de la aleatorización si no se alcanzaba un nivel
de hemoglobina glicosilada < 7%.
El reciente
estudio FIGHT comparó el efecto del liraglutide 0.6-1.8 mg en pacientes con
falla cardiaca con FE < 40% versus placebo, estratificado por sitio y estado
de diabetes, en un desenlace compuesto.
Incluyó 300 pacientes sin demostrar diferencias entre los grupos, ni
siquiera al analizar el subgrupo pre-especificado de diabéticos.
Los medicamentos
son prometedores y sus resultados bastante alentadores, a pesar de la
incertidumbre que puedan generar los aspectos comentados, sin embargo la
evidencia no es suficiente para dar una recomendación específica, especialmente
en cuanto a su efecto sobre falla cardiaca, como lo hizo la reciente GPC
Europea. La replicación de resultados, la confirmación en estudios
observacionales y la realización de estudios específicos en pacientes con falla
cardiaca, no soportados en desenlaces secundarios en estudios en población
diferente, podrán aclarar su efecto. El determinar el mecanismo de acción es
otro aspecto importante que soportará su utilización, puesto que no parece ser
por el efecto antidiabético. El hecho de
que los resultados puedan ser replicados con medicamentos del mismo grupo permitirá
aumentar la confianza en los resultados encontrados, puesto que aducir efecto
individual y no de grupo, aumentará la incertidumbre, en lugar de generar mayor
confianza.
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